El partido terminó 3-1 con victoria brasileña, si bien Pelé no disputó mucho de este mundial, entre Garrincha y Amarildo hicieron que no se extrañara demasiado al Rey. Recuperado de su lesión, disputó la Copa Libertadores con el Santos en 1962. Pese a perderse las fases anteriores, alcanzó a estar recuperado para disputar el último partido de la final ante el Peñarol de Montevideo, en donde militaba Alberto Spencer.